¿Te ha ocurrido alguna vez que de repente el teclado o el ratón dejan de funcionar en tu ordenador con Windows? Seguro que sí, y no eres el único. Este tipo de fallos suelen pillarnos justo cuando más lo necesitamos: trabajando, estudiando o simplemente navegando por Internet. Por fortuna, la mayoría de estos problemas tienen solución y no suelen requerir que seas un experto en informática. Solo necesitas paciencia, seguir unas pautas y conocer los motivos más habituales por los que estos periféricos pueden dar guerra.
En este artículo vas a encontrar una guía exhaustiva, clara y natural sobre cómo identificar, diagnosticar y solucionar los problemas que pueden presentarse con el teclado o el ratón en cualquier versión moderna de Windows. Vas a descubrir trucos tanto para dispositivos con cable como inalámbricos, consejos preventivos, advertencias sobre virus o errores de configuración, formas de comprobar si se trata de un fallo de hardware o de software, y un repaso completo de los pasos que realmente funcionan antes de plantearte comprar periféricos nuevos.
Causas frecuentes de los problemas de teclado y ratón en Windows
El primer paso para solucionar cualquier problema es saber qué lo está causando. Cuando tu teclado o ratón dejan de funcionar correctamente puede deberse a múltiples factores. Aquí tienes un repaso por las causas más comunes:
- Problemas físicos o de limpieza: Suciedad, polvo, restos de líquidos o piezas dañadas pueden impedir que tus periféricos funcionen como deben. Un botón atascado o una tecla que no responde suele tener detrás un simple problema de higiene o daño accidental.
- Errores de conexión: Un cable USB flojo, un puerto dañado, una batería gastada o la desconexión involuntaria de un receptor inalámbrico son circunstancias muy comunes, sobre todo si mueves el ordenador o usas varios dispositivos a la vez.
- Fallo de drivers o controladores: Windows gestiona los teclados y ratones a través de pequeños programas llamados drivers. Si estos están corruptos, desactualizados o se han instalado mal, pueden originar fallos e incluso impedir que el equipo los detecte.
- Configuraciones erróneas tras una actualización o un cambio de hardware: Instalar un nuevo teclado, modificar la BIOS/UEFI, conectar varios dispositivos a la vez o actualizar Windows puede alterar la configuración previa y causar conflictos.
- Virus, malware o interferencias de software: No es lo más frecuente, pero existe software dañino capaz de bloquear los periféricos o de causar fallos en los drivers.
- Interferencias inalámbricas o problemas de Bluetooth: Especialmente relevante en oficinas o lugares con muchos dispositivos conectados. Las señales pueden cruzarse y dejar momentáneamente inoperativo tu ratón o teclado inalámbrico.
- Puertos USB defectuosos o con falta de energía: Si los puertos no suministran la electricidad suficiente, los periféricos dejarán de responder. El modo de ahorro energético puede ser el culpable.
- Problemas con actualizaciones o funciones de ahorro de energía: Algunas características como la suspensión selectiva de USB o el inicio rápido de Windows pueden desconectar los dispositivos para ahorrar batería, pero luego no los reactivan correctamente.
Primeros pasos para diagnosticar los problemas de teclado y ratón en Windows
Cuando teclado o ratón parecen no tener vida, antes de entrar en pánico es fundamental aislar el origen del fallo siguiendo un método sencillo para saber si estamos ante un problema de hardware, software, configuración o suciedad. Aquí tienes un método comprobado:
- Comprueba el estado físico: Observa el teclado y el ratón por si hay piezas o teclas sueltas, señales de suciedad o restos de líquido. Una limpieza minuciosa suele obrar milagros. Puedes usar aire comprimido, un cepillo pequeño o incluso darle la vuelta al teclado y sacudirlo con suavidad.
- Verifica la conexión: Si son dispositivos USB, desconéctalos y vuelve a conectarlos a otro puerto. Si son inalámbricos, comprueba pilas o batería y asegúrate de que el receptor USB está bien insertado en el PC.
- Cambia de puerto o de ordenador: Prueba el teclado o ratón en otro ordenador (o prueba otros periféricos en tu equipo). Si funcionan en otro PC, el origen es tu sistema; si no, el hardware probablemente esté averiado.
- Vigila el color de las luces LED: Muchos teclados y ratones tienen pequeñas luces que indican si están encendidos/cargando. Si no se iluminan, el problema seguramente sea de alimentación.
- Quita otros dispositivos USB: Dejar solo el teclado o ratón conectados ayuda a descartar conflictos con otros periféricos.
Soluciones prácticas para los problemas comunes con teclado y ratón en Windows
Ya has comprobado que el teclado o ratón, aparentemente, no tienen daños físicos ni suciedad, y tienes sospechas de que el fallo está en la configuración, drivers, o en el sistema. Esta es la lista de pasos ordenados de más a menos probables que suelen acabar solucionando el problema:
1. Desconecta y reconecta el dispositivo
Desconectar completamente el teclado o ratón y volver a conectarlo en otro puerto USB es un clásico. No olvides probar tanto puertos frontales como traseros del PC, porque algunos pueden estar dañados o no suministrar suficiente energía.
2. Cambia las pilas o recarga la batería
En los dispositivos inalámbricos o Bluetooth, la pila o batería baja suele ser el motivo más frecuente de fallos intermitentes. Prueba con baterías nuevas o conecta el dispositivo al cargador y espera a que esté al 100%.
3. Reinicia el equipo (¡pero usa el reinicio, no solo apagar/encender!)
Muchos usuarios apagan y vuelven a encender el ordenador, pero no es lo mismo que reiniciarlo. Windows mantiene datos en la memoria con el apagado rápido, así que usa la función de «Reiniciar» para forzar una nueva carga del sistema y de los controladores.
4. Prueba en modo seguro
En el Modo seguro se cargan solo los controladores básicos y oficiales de Microsoft. Si teclado o ratón funcionan aquí, el problema suele estar en un driver de terceros, un programa malicioso o alguna incompatibilidad con software instalado.
5. Desinstala y reinstala los controladores
Si tras los pasos anteriores nada cambia, accede al Administrador de dispositivos (busca «Administrador de dispositivos» en la barra de búsqueda de Windows), localiza tu teclado o ratón, pulsa botón derecho y selecciona «Desinstalar dispositivo». Al reiniciar, Windows detectará el hardware y reinstalará los controladores automáticamente. Si el dispositivo tiene funciones avanzadas, visita la web del fabricante para descargar los drivers más recientes.
6. Actualiza Windows y los controladores
Las actualizaciones de Windows resuelven la mayoría de los problemas de drivers y compatibilidad. Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Buscar actualizaciones. Instala todas las actualizaciones disponibles. Haz lo mismo para los drivers de tu teclado y ratón desde la web del fabricante si los usas con software específico (gaming, teclados programables, etc).
7. Comprueba las funciones de ahorro de energía
Los modos de ahorro de energía pueden desactivar los puertos USB para ahorrar batería, especialmente en portátiles. Desactiva funciones como la suspensión selectiva de USB o la administración de energía excesiva desde el Panel de control > Opciones de energía y, en el Administrador de dispositivos, revisa la pestaña de «Administración de energía» de cada «Concentrador raíz USB».
8. Revisa la configuración de accesibilidad
Ciertas opciones como las Teclas filtro o Teclas especiales pueden causar que teclas o combinaciones no respondan. Ve a Panel de control > Accesibilidad > Cambiar el funcionamiento del teclado y asegúrate de que estas opciones no estén activadas si no las necesitas.
9. Restablece la BIOS/UEFI o revisa su configuración
En ocasiones, una actualización o cambio en la BIOS/UEFI puede hacer que los puertos USB no reconozcan los periféricos. Restablecer la BIOS a sus valores predeterminados suele solucionar estos fallos, pero hazlo solo si tienes experiencia mínima, ya que podrías necesitar reconfigurar ajustes importantes.
10. Vuelve a un punto de restauración anterior
Si el problema comenzó tras una actualización o la instalación de un programa, puedes restaurar el sistema a un punto anterior donde todo funcionaba. Busca «Punto de restauración» en la barra de búsqueda de Windows y sigue los pasos del asistente.
11. Ejecuta el solucionador de problemas de hardware
Windows incluye una herramienta que diagnostica y arregla automáticamente fallos comunes. Ejecuta el comando msdt.exe -id DeviceDiagnostic
desde el menú Ejecutar (tecla Windows + R) y sigue las indicaciones del asistente.
Problemas y soluciones específicos en teclados
Existen situaciones en las que el teclado muestra fallos particulares, como que solo algunas teclas no funcionan, o que la distribución cambia sin querer. Para esos casos, hay otras soluciones concretas:
- Teclas que no responden o envían caracteres erróneos: Probablemente se deba a suciedad. Realiza una limpieza profunda, si es necesario desmonta las teclas, pero hazlo con cuidado. Algunas aplicaciones gratuitas como KeyMapper permiten reasignar funciones a las teclas dañadas temporalmente.
- Distribución del teclado cambiada: Pulsa Windows + Barra espaciadora para alternar entre los idiomas instalados. Si no funciona, ve a Configuración > Hora e idioma > Idioma para agregar o cambiar el idioma del teclado.
- Teclado «bloqueado»: Usa la tecla Fn junto a Bloq Despl o Bloq Num para desbloquearlo.
- Teclas filtro o especiales activadas: Desactívalas desde Panel de control > Accesibilidad > Cambiar funcionamiento del teclado.
- Problemas tras un derrame de líquido: Desenchufa el teclado inmediatamente, límpialo y déjalo secar durante horas antes de volver a usarlo. Si el daño persiste, probablemente hará falta reemplazarlo.
Problemas frecuentes y soluciones con ratones
Los ratones también pueden fallar de forma característica, tanto los modelos con cable como los inalámbricos. Estos son los fallos más habituales y cómo resolverlos:
- El cursor no se mueve o se mueve erráticamente: Suele deberse a suciedad en el sensor. Limpia la superficie inferior con cuidado y evita usar el ratón sobre superficies reflectantes o irregulares.
- El botón central (rueda) cambia de ventana «solo»: Esto ocurre por pulsar accidentalmente la rueda, que hace que Windows cambie de programa. Personaliza la configuración desde el software de gestión del ratón (si lo tienes), o desactiva la función rueda como botón.
- Problemas de desplazamiento en algunas aplicaciones: Personaliza manualmente la compatibilidad de la rueda para esos programas desde el centro de configuración de tu ratón, si tu modelo y software lo permiten.
- Los clics se registran de forma errática: Puede deberse a interferencias inalámbricas, bajo nivel de batería o defectos físicos en los botones.
Soluciones avanzadas y casos inusuales
Si después de todos los pasos anteriores el teclado o el ratón siguen sin vida, todavía hay alternativas más técnicas que puedes explorar antes de tirar la toalla:
- Prueba los dispositivos con una sesión Live de Linux: Arranca el ordenador desde un USB con una distro Live de Linux (como Ubuntu). Si en Linux funcionan, el hardware está bien y el problema está en Windows.
- Desactiva el modo de inicio rápido de Windows: A veces esta característica causa que los controladores no se inicien bien. Ve a Panel de control > Opciones de energía > Elige el comportamiento de los botones de inicio/apagado y desactívalo.
- Ejecuta comprobaciones de disco y sistema: Usa herramientas como chkdsk desde la línea de comandos para descartar corrupción de archivos que afecte a drivers básicos.
- Modifica la configuración de la BIOS/UEFI: Puede que necesites habilitar el soporte para USB Legacy o desactivar servicios que estén impidiendo que Windows reconozca ratón y teclado.
- Restablece o reinstala Windows: Si nada ha funcionado y los periféricos sí funcionan en un entorno Linux Live o en modo seguro, la solución definitiva es restablecer el sistema o realizar una instalación limpia de Windows.
Prevención, consejos y advertencias para evitar problemas futuros
Aunque la mayoría de los fallos tienen solución, lo mejor siempre es evitar que aparezcan siguiendo algunas pautas de cuidado y mantenimiento para tus periféricos.
- Limpieza periódica: No esperes a que las teclas se atasquen o el ratón deje de deslizarse. Un mantenimiento regular alarga la vida útil del hardware.
- No sobrecargues los puertos USB: Si necesitas conectar muchos dispositivos, usa un hub USB con alimentación propia para evitar problemas de energía.
- Actualiza Windows y drivers cada cierto tiempo: Aprovecha las actualizaciones automáticas, pero revisa manualmente si tienes hardware especial o gaming.
- Ten un teclado o ratón de repuesto: En caso de emergencia, tener un periférico barato siempre ayuda a descartar problemas de hardware.
- Evita interferencias inalámbricas: Mantén alejados los receptores de fuentes de señal potentes como routers o microondas si usas dispositivos inalámbricos.
- Desconfía de programas poco fiables: Instala drivers y utilidades solo desde fuentes oficiales para evitar malware o conflictos de software.
- Desactiva modos de ahorro de energía en periféricos que usas constantemente: Así te aseguras de que los puertos USB no se desconecten inesperadamente.
- Consulta siempre la garantía antes de comprar periféricos nuevos: Casi todos los fabricantes ofrecen al menos dos años por ley.
Preguntas frecuentes y soluciones rápidas ante los problemas de teclado y ratón en Windows
Para que no te quedes con dudas, aquí tienes una recopilación de las preguntas más recurrentes que los usuarios plantean al tener problemas con el teclado y el ratón en Windows:
- ¿Por qué el ratón y el teclado dejan de responder tras actualizar Windows? Es habitual que una actualización provoque problemas de compatibilidad con drivers antiguos. Solución: actualiza los controladores desde la web del fabricante y revisa las funciones de ahorro energético.
- ¿Cómo uso el PC si el teclado no funciona? Puedes activar el teclado en pantalla desde la sección de Accesibilidad en Configuración de Windows. Así podrás navegar con el ratón mientras solucionas el problema.
- ¿Qué hago si solo algunas teclas del teclado fallan? Suele ser suciedad o daño físico localizado. Prueba a reasignar funciones con software como KeyMapper, pero considera la sustitución si no se arregla.
- ¿Qué significa que el teclado se ha «bloqueado»? Es probable que esté activado el bloqueo numérico o la tecla Fn. Prueba a pulsar ambas para desbloquearlo.
- ¿Por qué mi ratón inalámbrico funciona a ratos? Puede ser la batería baja, interferencias, o una señal débil. Asegúrate de tener visión directa entre el receptor y el ratón, y de usar pilas en buen estado.
Consideraciones legales y de garantía
No olvides que en la mayoría de los países, los periféricos tienen al menos 2 años de garantía legal a contar desde la fecha de la compra. Si tras comprobar todo lo anterior el teclado o ratón no funciona y están dentro de ese plazo, contacta con el fabricante o la tienda para tramitar la reparación o reemplazo.
Las marcas reconocidas normalmente ofrecen soporte propio y pueden enviarte piezas de recambio o periféricos nuevos si el fallo es de origen.
La mayoría de los contratiempos que pueden surgir con el teclado o el ratón en Windows tienen una solución al alcance de todos. Desde revisar conexiones y limpiar los dispositivos, hasta actualizar drivers, usar modos seguros y restaurar el sistema, los métodos descritos cubren prácticamente cualquier incidencia.
Actuar con calma y sistemáticamente suele desembocar en una solución sin necesidad de recurrir a servicios técnicos o adquisiciones costosas. Recuerda, además, que la prevención y el mantenimiento regular son tus mejores aliados para evitar sorpresas desagradables en el futuro. Comparte esta información para que más usuarios aprendan a solventar los problemas de teclado y ratón en Windows.