El fin que se persigue a la hora de habilitar compresión de archivos y carpetas es reducir su tamaño para disponer de más espacio en nuestros ordenadores. Es una solución realmente interesante, ya que al aplicarla no se ve afectado el contenido o la estructura del archivo. No hay ninguna contrapartida, simplemente se reduce el espacio que ocupan.
Este es el tema que vamos a tratar en este post. Las mejores maneras de llevar a cabo esta operación y disfrutar de las ventajas que nos brinda. Pero antes de entrar en materia, cabe preguntarse si es necesario o conveniente habilitar la compresión de archivos y carpetas en nuestra unidad de disco.
¿Cuándo hay que habilitar la compresión de archivos y carpetas?
Aunque en general siempre es una acción aconsejable, se recomienda especialmente comprimir los archivos en los siguientes casos:
- Cuando exista una necesidad de ahorrar espacio en nuestro PC. Si es así, es recomendable primero comprimir los archivos más grandes o aquellos que apenas se utilizan.
- En el caso de tener que enviar varios archivos por correo electrónico. Los archivos muy pesados no se pueden cargar.
Se pueden comprimir tanto archivos individuales como carpetas. En este último caso, la compresión se aplica igualmente a todos los archivos y subcarpetas que estas contengan.
Cuando se comprime una carpeta, aparece automáticamente una nueva carpeta comprimida (puede tener extensión .zip, .rar u otra) en la misma ubicación que la carpeta original. Estos dos archivos, el archivo original y el comprimido, son totalmente independientes.
Sin embargo, hay que señalar que no todos los archivos se comprimen al mismo nivel. De hecho, hay diferentes «grados» de reducción del tamaño de un archivo, dependiendo de su contenido. Por ejemplo: los archivos de texto se comprimen mucho más que los de imagen.
Compresión de archivos NTFS
Si trabajamos con el sistema operativo Windows, contamos con una muy buena herramienta para realizar este tipo de acciones: el sistema de archivos New Technology File System NTFS).
En Windows 10, este sistema incorpora una función de compresión liviana específicamente concebida para reducir el tamaño de los archivos. La gran ventaja de esta función es que, además de ahorrar mucho espacio en el ordenador, permite el acceso a los archivos sin tener que recurrir a la descompresión manual.
Las ventajas de la compresión NTFS son muchas y muy notables. En primer lugar, es una solución eficaz para liberar espacio. Por otra parte nos permite configurar una unidad para almacenar esos archivos que utilizamos solamente en contadas ocasiones.
A pesar de todo, también existen algunos inconvenientes. Hay que señalar que el hecho de habilitar la compresión NTFS puede afectar el rendimiento de nuestros dispositivos. Esto sucede, entre otras cosas, porque los archivos se descomprimen y comprimen de nuevo cada vez que accedemos a ellos. Y este es un proceso que consume bastantes recursos.
¿Cómo habilitar la compresión de archivos y carpetas?
El modo más simple y directo de comprimir archivos y carpetas en Windows 10 es utilizando el Explorador de Archivos. La compresión se puede realizar sobre archivos individuales, carpetas e incluso sobre una unidad completa. El proceso es rápido y se ejecuta de este modo:
- En primer lugar hay que hacer clic con el botón derecho en la carpeta o archivo sobre el que queremos actuar.
- Seleccionamos la opción de «Propiedades».
- Allí, en la pestaña «General», seleccionamos «Avanzado» para acceder a los atributos avanzados.
- Este es el paso importante: en «Comprimir» o «Cifrar atributos» marcamos la opción de «Comprimir contenido para ahorrar espacio en disco».
- Para validar, pulsamos «OK» y después «Aplicar».
Otra forma de habilitar la compresión archivos y carpetas es mediante el símbolo del sistema, usando el comando compact. Así es como hay que hacerlo:
- Vamos a la carpeta que deseamos comprimir, presionamos Shift + Control + botón derecho, para seleccionar la opción de «Abrir ventana de comando aquí».
- Introducimos el comando correspondiente a la acción que queramos realizar:
- Para comprimir un archivo solo: nombre del archivo compact / c.
- En cambio, para comprimir todos los archivos de la carpeta usamos: nombre del archivo compact / c *.
- Y para comprimir los archivos y subcarpetas de una carpeta: nombre del archivo compact / c / s.
¿Cómo deshabilitar la compresión de archivos y carpetas?
Para realizar la acción opuesta, es decir, deshabilitar a compresión de archivos en Windows, simplemente ejecutaremos los mismos pasos que para la habilitación, pero desmarcando la opción que hemos marcado antes:
- De nuevo hacemos clic con el botón derecho en la carpeta o archivo sobre el que se desea actuar.
- A continuación vamos a la opción de «Propiedades».
- Buscamos la pestaña «General», en la que seleccionamos «Avanzado» a fin de poder acceder a los atributos avanzados.
- La diferencia se halla en este paso: cuando estamos en «Comprimir» o «Cifrar atributos» desmarcamos la opción de «Comprimir contenido para ahorrar espacio en disco».
- Finalmente validaremos el proceso pulsando primero «OK» y después «Aplicar».
Estos son los métodos a seguir utilizando la función de compresión y descompresión de NTFS. Pero aún nos queda otra herramienta que analizar para tener un control aún más férreo de este tipo de acciones en nuestro ordenador.
Usar el Editor de políticas de grupo para deshabilitar la compresión de archivos
Este es el método más expeditivo si lo que queremos es evitar que Windows 10 comprima los archivos de nuestro ordenador sin permiso: deshabilitar la compresión de archivos NTFS mediante el editor de políticas de grupo.
Se trata de una herramienta interna con la que cuentan los sistemas operativos de Microsoft. Este editor nos permite ejercer un mayor control sobre el funcionamiento de nuestro PC y nos otorga la capacidad de realizar ciertos ajustes que no están disponibles en el Panel de Control o en la Configuración general del sistema.
Estos son los pasos a seguir para deshabilitar la compresión de archivos NTFS con el Editor de políticas de grupo:
- Presionamos las teclas Windows + R para abrir el cuadro de diálogo Ejecutar.
- En el cuadro escribimos msc y pulsamos «Enter».
- Una vez que se inicia el Editor de Políticas de Grupo seleccionamos la siguiente ruta de opciones: Configuración de equipo > Plantillas administrativas > Sistema > Sistema de archivos > NTFS.
- De las opciones que se abren a continuación, elegimos «No permitir la compresión en todos los volúmenes NTFS». Allí pulsamos «Habilitado» y confirmamos con el botón «Aplicar».
Para realizar la acción contraria, es decir, habilitar la compresión, sólo hay que seguir estos mismos pasos y en el paso número 4 seleccionar «Deshabilitar» en lugar de «Habilitado».
En cualquier caso, para que los cambios surtan efecto deberemos reiniciar nuestro ordenador.