Renovar el teléfono, es decir, jubilar ese smartphone que ya se nos ha quedado viejo o que ya no funciona tan bien como antes y comprar uno nuevo suele ser una operación bastante costosa. Sin embargo, en los últimos años ha cobrado mucha fuerza la opción de comprar móviles reacondicionados. Una manera de tener un nuevo dispositivo en nuestras manos sin tener que gastar tanto dinero.
La mayoría de los fabricantes de teléfonos inteligentes no recomiendan hacerlo. Es lógico, ellos tratan de proteger su negocio y vendernos sus productos nuevos. A pesar de eso, son muchos los usuarios que han podido comprobar que un teléfono de segunda mano convenientemente renovado y reacondicionado a menudo iguala en calidad y rendimiento a un dispositivo nuevo.
Cada cual tiene su opinión y no se trata de intentar convencer a los más escépticos, pero si te encuentras en la situación de tener que cambiar de dispositivo porque el móvil viejo no se puede reparar, vale la pena detenerse a pensarlo un poco. Por eso hemos reunido en esta entrada 10 motivos de peso por los que tal vez comprar móviles reacondicionados sea una buena idea:
Son más baratos
Es la razón principal por la cual la mayoría de personas se deciden a comprar móviles reacondicionados (aunque no la única, como veremos a continuación): el ahorro económico. Es una buena manera de conseguir móviles de alta gama baratos.
Estos dispositivos suelen costar entre un 20% y un 50% menos que un smartphone nuevo. Una diferencia determinante para aquellos que no dispongan de un presupuesto demasiado amplio para renovar el móvil. De hecho, en algunos casos esta es contemplada como la única opción para hacerlo.
Se pueden financiar
Siguiendo con el mismo argumento, además de estar a la venta con un parecido bastante reducido, los consumidores también pueden optar por financiar su compra, tal como lo harían en el caso de comprar un teléfono nuevo recién salido de la fábrica.
La compra financiada facilita todavía más el acceso a un dispositivo nuevo. Un servicio que la mayoría de proveedores ofrecen sin ningún problema.
Están cubiertos por una garantía
Convencidos de que los estándares de calidad de los teléfonos reacondicionados son similares a los de los modelos nuevos (explicamos las razones más abajo), muchas empresas ofrecen garantías y políticas de devolución de dinero. De este modo, el comprador cuenta con la tranquilidad de saber que su compra está totalmente cubierta.
Puede parecer increíble, pero lo cierto es que los teléfonos reparados ofrecen una mayor duración. Si lo pensamos bien, es lógico que así sea, ya que han sido sometidos a más pruebas que los originales.
Parecen nuevos
Es cierto: parecen nuevos porque, en realidad, se podría decir que son como nuevos. Aunque se trate de dispositivos usados, todos sus defectos y posibles daños han sido remediados. Esto no solamente incluye los posibles arreglos estéticos de la carcasa y la pantalla, sino también supone la instalación de una batería nueva.
Por otra parte, el sistema operativo del teléfono ha sido restablecido a los parámetros originales de fábrica. Así que es como si estrenáramos nosotros.
Variedad de marcas y modelos
Hay quien cree que, a la hora de elegir un teléfono reacondicionado, tenemos que resignarnos a elegir entre lo que haya. Los «restos de serie». En realidad, no es así.
Los catálogos de las webs que venden este tipo de dispositivos son realmente extensos y completos. En ellos vamos a poder encontrar todo tipo de marcas y modelos, incluso modelos muy recientes. En definitiva, mucho donde elegir.
Se entregan con su caja y todos sus accesorios
La experiencia en el proceso de compra de un móvil reacondicionado apenas se diferencia con el de un móvil nuevo. Si realizamos la compra por internet a través de alguna web especializada, lo recibiremos en casa dentro de la caja original, con todos los accesorios correspondientes.
Hay muchas tiendas online donde comprar móviles reacondicionados. Si recurrimos a ellas, todo va a ser exactamente como si hubiéramos comprado un teléfono nuevo, incluida la buena apariencia, caja y accesorios.
No son teléfonos defectuosos, sino reparados
Muchas personas se muestran reacias a comprar móviles reacondicionados porque piensan que están pagando dinero por dispositivos defectuosos que funcionan mal. Es un error muy común, ya que en realidad estos smartphones funcionan perfectamente.
Los componentes reparados cuentan con los mismos niveles de calidad que los de los teléfonos nuevos. La diferencia entre los conceptos «defectuoso» y «reparado» es abismal.
Testados por profesionales
Otra ventaja de comprar móviles reacondicionados es que sabemos que estamos adquiriendo dispositivos que han sido sometidos a un proceso riguroso de inspección y reparación. El smartphone ha pasado por todos los controles necesarios que garantizan su funcionalidad.
Durante el proceso de reacondicionamiento, los técnicos se encargan de identificar y corregir cualquier problema que pudiera haber. Y antes de ponerlos en venta, son probados por profesionales, para tranquilidad del comprador.
Su valor no se deprecia tan rápido
Con los teléfonos móviles sucede un poco lo que pasa con los coches nuevos: empiezan a perder valor en el mismo momento en el que salen del concesionario o tienda. Los estudios de mercado cifran esa depreciación de entre un 40% y un 75% después del primer año. Una verdadera locura.
Es curioso, porque un teléfono con un año de antigüedad funciona casi igual que el primer día, pero cuesta casi la mitad. Eso nos lleva a pensar que el precio original de venta está inflado sin justificación. Pero se mantiene porque siempre hay gente dispuesta a pagar más por tener un smartphone nuevo de último modelo.
Otros compradores, más pacientes y más impermeables a la publicidad de las marcas, saben que podrán de segunda mano con un valor más realista.
Una apuesta por la sostenibilidad
Por último, una cuestión más que puede ser importante para muchos usuarios con conciencia medioambiental es que comprar este tiempo de móviles es también contribuir a la protección del medio ambiente y a promover la economía circular.
La explicación es sencilla: dando una segunda vida a un dispositivo que ha sido previamente utilizado, contribuimos a reducir la demanda de nuevos productos. Por tanto, minimizamos a la huella de carbono que va asociada a la fabricación de nuevos productos electrónicos.