El lanzamiento de Windows 11 el pasado 4 de octubre de 2021, levantó una gran expectación en todo el mundo. La nueva versión del sistema operativo de Microsoft llegaba cargada de promesas. A día de hoy se cuentan por millones los usuarios que lo han instalado en sus equipos. ¿Cuál es el veredicto acerca de Windows 11? Opiniones hay muchas y muy variadas.
Al principio, la nueva versión fue recibida con una avalancha de elogios. Todo parecía mejor: un diseño más visual, nuevas y mejoradas funciones… Aquí mismo realizamos nosotros hace unas semanas una comparativa: Windows 10 vs Windows 11: principales diferencias. Con ella, pretendíamos aclarar cuáles era estas nuevas ventajas que traía la nueva versión.
Sí, es cierto, había todavía algunos errores, por lo que muchos expertos aconsejaban esperar aún a actualizar y seguir de momento con Windows 10. En teoría, sería cuestión de semanas, tal vez meses, para pulir esos fallos. Ahora que estaos a las puertas de 2022, tal vez sea un buen momento para hacer un balance de la situación.
Rendimiento
Actualizar a Windows 11: opiniones a favor y en contra
Si en el apartado estético parece haber unanimidad (a todo el mundo le gusta), en cuanto al rendimiento de Windows 11, hay opiniones contrastadas.
Sobre el papel, Windows 11 tiene cierto potencial para mejorar la velocidad de nuestros ordenadores con respecto a la versión anterior. Todo se basa en la gestión de la memoria, que juega a favor de las ventanas de aplicaciones abiertas y ejecutándose en primer plano, garantizando así que obtengan más potencia del procesador sobre otros recursos del sistema.
Otra de las mejoras de rendimiento en Windows 11 se refieren al modo en el que el ordenador se reinicia desde el modo de suspensión. En la nueva versión, la memoria RAM puede permanecer activa, lo cual ayudará a que el reinicio sea hasta un 25 por ciento más rápido.
Por otra parte, casi todas las mejoras de rendimiento son más evidentes si usamos Edge, el navegador oficial de Microsoft.
No se han registrado importantes problemas de compatibilidad de programas o juegos. La regla es simple: si funciona en Windows 10, también funcionará en Windows 11. Es más, hay algunas nuevas características acerca de los juegos de Windows 11 que hacen que la actualización valga la pena.
Requisitos de sistema y compatibilidad
Sobre la cuestión de pasar de Windows 10 a Windows 11: opiniones diversas
El mayor problema que los usuarios enfrentarán con Windows 11 son los extraños requisitos del sistema. Microsoft retrocedió en la necesidad de que las computadoras tuvieran TPM 2.0, pero eso podría no ser permanente. Sin embargo, para aquellos que tienen ordenadores nuevos todo debería ir bien.
Uno de los requisitos mínimos que debe tener nuestro ordenador para que funcione Windows 11 es contar con una tarjeta gráfica compatible con DirectX 12 o posterior y tener un controlador WDDM 2.0. Antes de decidirnos por la actualización, puede que no quede más remedio que comprar una tarjeta nueva.
El mayor obstáculo es el requisito de compatibilidad de la CPU, que descarta la mayoría de los PC que se diseñaron antes de 2019. Si nuestro ordenador tiene una CPU Intel de séptima generación o anterior, no va a ser compatible, lo cual significa que la actualización será incompleta. Por eso son muchos los usuarios que aconsejan no dar el salto a Windows 11 hasta que esta cuestión no esté resuelta.
Eso no significa que sea imposible instalar Windows 11 en un ordenador antiguo, pero habrá que hacerlo de forma un poco más laboriosa: descargando los archivos de instalación, realizando una instalación limpia y por último restaurando sus programas y datos. Para algunos, demasiado incómodo.
Funciones viejas y funciones nuevas
Actualizar a Windows 11 supone ganar nuevas e interesantes funciones, pero también renunciar a otras
Son muchos los usuarios de todo el mundo a quienes les encanta la manera como funciona Windows 10. No es que ya están acostumbrados y les dé pereza o sientan cierto resquemor a los cambios. La verdad es que muchos se sienten muy a gusto con esta versión y recelan de lo que pueda traerles la actualización.
Y tienen algo de razón, porque junto a las nuevas e interesantes funciones que incorpora Windows 11, son muchas otras las que cambian o desaparecen. Por ejemplo: en Windows 10 se puede acoplar la barra de tareas en la parte superior de la pantalla o en cualquier lado. En cambio, en la nueva versión queda limitada a la parte inferior de la pantalla. La actualización también elimina la capacidad de arrastrar un archivo o el icono de una aplicación a la barra de tareas y anclarlo como un acceso directo. O de organizar los accesos directos del menú Inicio en carpetas. Son cambios a los que habrá que adaptarse.
Hay una larga lista de funciones eliminadas en Windows 11: el asistente Cortana, el modo Tablet, la función Timeline o los programas Skype y Paint 3D, por citar algunos ejemplos. Si algo de esa lista es un elemento imprescindible para ti, tal vez sea más sensato posponer la actualización.
Por supuesto, este factor también funciona de modo inverso. Las nuevas funciones de Windows 11 pueden ser lo que necesitabas o lo que siempre había estado esperando. En ese caso, la decisión es fácil: hay que dar el salto a la nueva versión.
Conclusión
A pesar de la disparidad de opiniones en algunos aspectos muy concretos, en general se puede afirmar que actualizar a Windows 11 en estos momentos es una buena idea. Al menos, podemos estar tranquilos, pues no vamos a tener ningún problema.
En líneas generales, el sistema funciona razonablemente bien. Los errores y bugs de las primeras semanas han sido solucionados o están en proceso de solución. En cualquier caso, es mejor que Windows 10, que para muchos es la versión más decepcionante de la historia de Microsoft después de Windows Vista.
Además, cabe esperar que la actualización, prevista para mayo de 2022, perfeccionará todavía más las mejoras anunciadas. Estamos todavía en las primeras fases, así que todo cuanto sucede hasta ahora entra dentro de la normalidad. Si es cierto que existen algunos inconvenientes, también lo es que estos están largamente compensados por las nuevas ventajas que ha traído Windows 11.