Windows 10: qué hacer para seguir tras el fin del soporte

El calendario ya está marcado: el soporte de Windows 10 terminará el 14 de octubre de 2025 y millones de equipos quedarán expuestos si no se actúa a tiempo. La clave es decidir qué camino seguir antes de esa fecha, porque seguir con el sistema sin parches multiplica el riesgo de ciberataques, fallos críticos y problemas de compatibilidad con hardware y software nuevos.

La buena noticia es que no todo pasa por jubilar tu PC o saltar a ciegas a otra plataforma. Existen alternativas oficiales y seguras para ganar tiempo, así como opciones para actualizar a Windows 11 en equipos sin TPM, o cambiar a otros sistemas operativos si encaja mejor con tus necesidades. Aquí te lo contamos con detalle, paso a paso y sin rodeos.

¿Qué significa el fin del soporte y a quién afecta?

Cuando Windows 10 alcance su fin de soporte, el sistema seguirá encendiendo y podrás usarlo como hasta ahora, pero ya no recibirás parches de seguridad ni correcciones de errores. Cualquier vulnerabilidad nueva quedará abierta sin remedio y no habrá soporte técnico oficial por parte de Microsoft. Esto afecta a todas las ediciones de consumo y profesionales: Home, Pro, Education y Enterprise que sigan el canal de disponibilidad general.

En organizaciones, el impacto es mayor: con el tiempo llegarán incompatibilidades con controladores, nuevas generaciones de hardware y aplicaciones clave. Operar un sistema sin soporte puede convertirse en un riesgo operativo y de cumplimiento. Por eso conviene planificar ahora, no cuando el reloj marque el día límite.

que hacer con el fin del soporte de Windows 10

Fechas especiales y ediciones de ciclo largo

Hay excepciones importantes. Las ediciones de ciclo largo pensadas para entornos estables y dispositivos dedicados tienen más margen. Windows 10 Enterprise LTSC tiene soporte hasta el 12 de enero de 2027, mientras que la variante IoT (LTSC IoT) se extiende hasta el 13 de enero de 2032. Eso sí, son ediciones con requisitos y licencias específicos para casos de uso muy concretos, no para ordenadores de oficina o portátiles de uso general.

Si no usas LTSC o IoT, te afectan de lleno las fechas del fin del soporte principal. Es el momento de evaluar equipo por equipo qué decisión tomar, sobre todo en parques grandes donde el inventario y la compatibilidad pueden volverse un rompecabezas.

Opción 1: seguir en Windows 10 con actualizaciones oficiales (ESU)

Microsoft ofrece un salvavidas temporal conocido como Extended Security Updates (ESU). Es un programa que extiende exclusivamente las actualizaciones de seguridad una vez termina el soporte principal, de forma anual y durante un periodo adicional limitado. No incluye funciones nuevas, mejoras de rendimiento ni soporte técnico estándar; su objetivo es contener riesgos mientras planificas el cambio.

Para Windows 10, Microsoft habilitará ESU también al público doméstico (no solo a empresas y administraciones) cuando se alcance la fecha de fin de soporte. La cobertura se plantea por años y, según el ciclo de vida previsto, puede prorrogarse hasta tres años (de 2025 a 2028), si bien en el plano de consumo Microsoft ha señalado que habrá al menos un año y que los detalles por regiones se van comunicando gradualmente.

Requisitos básicos: necesitas una instalación legítima de Windows 10 versión 22H2, conexión a internet y una cuenta de Microsoft. La activación de ESU se gestiona desde la configuración del sistema y las actualizaciones llegan vía Windows Update como hasta ahora, pero limitadas a parches críticos e importantes de seguridad.

Disponibilidad, costes y particularidades por región

El acceso y el precio pueden variar según el país. En el Espacio Económico Europeo (incluida España), Microsoft ha anunciado un año adicional sin coste para los consumidores a partir del fin del soporte, vinculado a su programa de transición. La práctica, se puede conseguir ese año extra gestionándolo desde Windows Update o con la herramienta Copia de seguridad de Windows, como explicamos más abajo.

En el ámbito empresarial, el precio de referencia comunicado para el primer año en Estados Unidos es de 61 dólares por dispositivo, duplicándose cada año hasta el tercero (lo que eleva sustancialmente la factura si se pospone la migración). Organizaciones con Intune o Windows Autopatch pueden acceder a tarifas reducidas (por ejemplo, 45 dólares el primer año), y quienes estén en Windows 365 o Azure Virtual Desktop tienen cobertura sin coste adicional.

Para usuarios domésticos fuera del EEE, distintas fuentes sitúan el plan anual alrededor de 30 dólares por dispositivo durante el primer año. Microsoft detalla la letra pequeña y los precios locales en sus páginas de soporte a medida que avanza el calendario de EoS.

Cómo inscribirte: Windows Update y Copia de seguridad de Windows

En equipos con Windows 10 22H2 verás notificaciones de cortesía en el sistema cerca de la fecha de fin de soporte. Para consultar tu elegibilidad: Inicio > Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update y pulsa en Buscar actualizaciones. Si puedes adherirte a ESU, aparecerá la opción Inscribirse ahora con varias vías de registro.

En algunos mercados, la ventana de inscripción muestra alternativas como pago único, usar puntos de Microsoft Rewards o vincular la copia de seguridad con OneDrive. En España y el EEE, la ruta más sencilla y gratuita para el primer año es Copia de seguridad de Windows, siempre que inicies sesión con tu cuenta de Microsoft y completes el asistente para crear tu copia y punto de recuperación.

Si no te aparece el aviso de inmediato, no te preocupes: Microsoft lo despliega por fases. Lo importante es estar en 22H2 y revisar periódicamente Windows Update para acogerte dentro de plazo y mantener tu PC protegido hasta, como mínimo, el 13 de octubre de 2026 en el marco del primer año de prórroga.

Ten presente que ESU es temporal y no renueva el soporte “normal”. Es una red de seguridad para ganar tiempo, no una solución definitiva. Si dependes de tu PC a diario, conviene planificar el siguiente paso sin dormirse.

Opción 2: actualizar a Windows 11 (con o sin TPM 2.0)

Si tu PC es compatible, la ruta más directa es instalar Windows 11. Puedes comprobarlo con la aplicación PC Health Check y desde Windows Update. En equipos elegibles, la actualización aparece como gratuita y guiada, y el proceso conserva archivos y, en muchos casos, apps y configuraciones.

¿Y si tu hardware no cumple los requisitos mínimos (por ejemplo, por no disponer de TPM 2.0 o CPUs no admitidas)? Existen métodos para sortear las restricciones y versiones optimizadas que reducen bloatware y servicios innecesarios, como Tiny11, NTLite o herramientas de asistente de instalación como Flyoobe. Estas utilidades permiten aligerar el sistema y mejorar la fluidez en máquinas antiguas, y facilitan la instalación en equipos fuera de soporte oficial.

Conviene aclarar que Microsoft no avala oficialmente estas vías de instalación y que la responsabilidad recae en el usuario. Usarlas es legal siempre que emplees licencias oficiales, pero pueden aparecer limitaciones futuras o incidencias no cubiertas por el fabricante. Valora pros y contras antes de decidirte por esta ruta en un equipo de uso crítico.

Opción 3: dar el salto a otro sistema operativo

También puedes considerar abandonar Windows en ese equipo. El abanico más flexible está en Linux, con propuestas muy pulidas y rápidas incluso en hardware modesto. Entre las opciones populares están Ubuntu, Linux Mint y Fedora, con buen soporte, repositorios completos y documentación abundante.

Si buscas algo aún más ligero y con enfoque nube, ChromeOS Flex convierte un PC o portátil antiguo en un Chromebook funcional. Hay distros que imitan la experiencia de Windows para suavizar la curva de aprendizaje, como AnduinOS, Linuxfx o Q4OS. Ojo con proyectos poco conocidos: pueden arrastrar problemas de compatibilidad y estabilidad.

macOS es otra alternativa, pero requiere equipos Apple. Instalaciones no oficiales en hardware de terceros no son recomendables ni están soportadas, así que si te atrae el ecosistema de Apple, lo adecuado es considerar un Mac.

Buenas prácticas antes y después del fin de soporte

Hagas lo que hagas, empieza por salvaguardar tus datos. Copia de seguridad de Windows facilita guardar archivos, fotos, apps compatibles, credenciales y configuraciones. Con un backup reciente, cualquier transición es mucho más sencilla, ya sea a Windows 11, a ESU o a otro sistema operativo.

Si decides mantenerte en Windows 10, extrema la higiene digital: aplicaciones y controladores actualizados, antivirus activo, navegador al día, y desinstala software que no uses. Estas pautas no sustituyen los parches del sistema, pero reducen la superficie de ataque. Lo que no es recomendable es continuar indefinidamente sin ESU: el riesgo de explotación crecerá con cada mes que pase.

Plan por fases para organizaciones y administradores

En entornos con decenas o miles de equipos, la transición se debe tratar como un proyecto de TI. El primer paso es detectar todos los dispositivos con Windows 10, incluyendo ediciones y build. Un inventario fiable es la base para tomar decisiones informadas, ya sea con consultas de red, agentes o herramientas de gestión de activos.

A continuación, agrupa los equipos por criterios clave: elegibles para Windows 11, no compatibles y candidatos a sustitución, o dispositivos que seguirán con ESU temporalmente. Las etiquetas dinámicas o segmentaciones automáticas ahorran mucho trabajo al mantener estos grupos actualizados cuando entra o sale hardware del inventario.

Diseña un tablero con indicadores para seguir el avance: cuántos equipos siguen en Windows 10, cuántos están en 22H2, el reparto por versión, y el progreso de migración por departamentos o sedes. Visualizar el estado ayuda a priorizar y comunicar avances a las áreas implicadas, incluyendo costes comparativos por escenario.

Valida las licencias necesarias antes de desplegar. Centraliza la información de contratos y claves, quién usa qué, vigencia y coste por dispositivo. Esto evita cuellos de botella en el momento de instalar Windows 11 o activar ESU y te prepara para auditorías de cumplimiento.

Con todo listo, establece un calendario por oleadas: pilotos, grupos prioritarios, formación, y plan de contingencia. Define cómo se hará el backup previo, la verificación postinstalación y el soporte de primera línea. Muchas plataformas de gestión ofrecen pruebas gratuitas de 30 días que pueden ayudarte a automatizar inventario, despliegues y reporting durante la transición.

Cómo se mostrará la actualización y qué notificaciones esperar

A lo largo de 2024 y 2025, Microsoft ha ido y seguirá mostrando avisos de cortesía en Windows 10. Si el equipo es apto para Windows 11, la notificación puede ofrecerte un acceso directo a la actualización gratuita. Si no es apto, verás mensajes informativos sobre el fin del soporte y cómo mantenerte protegido, incluyendo la posibilidad de obtener más información sobre ESU.

Para comprobar por tu cuenta: abre Inicio, entra en Configuración, visita Actualización y seguridad y pulsa en Windows Update. Ahí verás si tu PC está listo para dar el salto o si puedes apuntarte a ESU, junto con los pasos a seguir en cada caso.

Reciclaje, renovación y programas de intercambio

Si optas por renovar equipo, valora los planes de intercambio y reciclaje. Microsoft colabora con fabricantes como Acer, ASUS, Dell, HP, Lenovo o Samsung, y con grandes distribuidores internacionales. En España y Europa, cadenas como Fnac o MediaMarkt suelen ofrecer tasación del usado y opciones de devolución responsable. También existen iniciativas de reciclaje de fin de vida para baterías y dispositivos en múltiples países.

Antes de entregar tu viejo PC, borra de forma segura los datos y comprueba el valor de intercambio en las herramientas oficiales de cada fabricante o tienda. Además de contribuir al medioambiente, puedes obtener un descuento para tu nuevo equipo con Windows 11 preinstalado y soporte garantizado.

Casos prácticos: qué elegir según tu situación

Si tu ordenador actual cumple con los requisitos de Windows 11, lo ideal es actualizar. Ganas en seguridad, soporte y compatibilidad. Revisa con PC Health Check y, si todo está en verde, ve por ello. Si además querías un sistema más limpio, valora una instalación desde cero y restaura tus datos con Copia de seguridad de Windows.

¿No cumple los requisitos y necesitas estirar su vida útil un tiempo más? Activa ESU para mantenerte protegido mientras decides. En el EEE tienes un año adicional sin coste si sigues el proceso de Windows Update o Copia de seguridad de Windows, y luego puedes replantearte el escenario con más calma.

Para equipos muy justos de hardware, evaluar una instalación ligera de Windows 11 con herramientas como Tiny11, NTLite o asistentes como Flyoobe puede ser una vía intermedia. Asume que no está soportada por Microsoft y úsala solo si comprendes sus implicaciones y mantienes licencias legítimas.

Si tu flujo de trabajo lo permite, probar Linux o ChromeOS Flex en ese equipo puede darte un segundo aire con gran estabilidad y seguridad. Ubuntu, Linux Mint o Fedora son un buen punto de partida, y si necesitas algo familiar, hay proyectos que imitan la interfaz de Windows para que el cambio no sea traumático.

Preguntas frecuentes rápidas

¿Puedo seguir usando Windows 10 sin ESU? Sí, pero no es recomendable. Estarás expuesto a vulnerabilidades sin parchear y con más problemas de compatibilidad con el tiempo.

¿Cuánto dura ESU para Windows 10? Para empresas, Microsoft ha definido tres años adicionales a contar desde octubre de 2025. Para consumidores, habrá al menos un año y prórrogas anuales cuya disponibilidad y coste dependen de la región y del calendario que comunique Microsoft.

¿ESU añade funciones nuevas? No. ESU solo entrega parches críticos y importantes de seguridad. No hay nuevas características ni soporte técnico estándar.

¿Qué necesito para ESU? Windows 10 22H2, una cuenta de Microsoft e internet. La inscripción se gestiona desde Windows Update y, en el EEE, puede activarse sin coste el primer año con Copia de seguridad de Windows.

¿Cómo sé si puedo actualizar gratis a Windows 11? Abre Inicio, entra en Configuración, ve a Actualización y seguridad, pulsa en Windows Update y busca actualizaciones. Si eres apto, verás la opción de actualizar de manera guiada. También puedes usar la herramienta PC Health Check.

¿Cómo reciclo mi PC? Consulta los programas de reciclaje locales y de los fabricantes u operadores autorizados. Muchos socios admiten devolución responsable y tasación del equipo usado para canjear por un descuento en tu nueva compra.