Molestas llamadas publicitarias a todas horas, intrusivas y repetitivas… Todos hemos sufrido en mayor o menor medida esta nueva especie de «acoso» comercial ante el cual parece estamos totalmente desprotegidos. Como ya sabemos, lo de responder «no me llamen más» no suele funcionar. Por fortuna, sí hay algo que podemos hacer para librarnos de esto: apuntarnos a la Lista Robinson.
Para quienes no conozca este servicio, diremos que se trata de una lista en la que cualquier usuario se puede apuntar para dejar de recibir llamadas comerciales no solicitadas. Suena muy bien, pero ¿realmente funciona?
¿Qué es la Lista Robinson?
Como se explica en la propia página web, la lista Robinson es un servicio gratuito de exclusión publicitaria. Es un servicio enmarcado dentro de lo que se conoce como publicidad personalizada.
El tratamiento de datos con fines publicitarios viene reconocido en el Reglamento (UE) 2016/679. En él se recoge que cualquier actividad publicitaria debe ser conciliada con el respeto al derecho a la protección de datos de las personas. Un equilibrio no siempre fácil de lograr.
Los inscritos en la Lista Robinson dejarán de recibir publicidad y llamadas comerciales no solicitadas. El odioso spam. Todo en cumplimiento de la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y otras leyes relativas a telecomunicaciones y comercio electrónico. Es la propia ley la que dice que los usuarios tienen derecho a no recibir llamadas automáticas.
La idea de la Lista Robinson nació en el año 1993, centrada en aquel entonces en regular los excesos de la publicidad postal. En la actualidad, este servicio está gestionado en nuestro país por la empresa Adigital (Asociación Española de la Economía Digital)
La inscripción a la Lista Robinson es voluntaria y gratuita para los ciudadanos particulares (si se trata de menores de 14 años, esta deberá ser realizada por sus padres o tutores), aunque las empresas deben abonar una cuota para utilizar sus servicios.
Sí, también las empresas recurren a la Lista Robinson para obtener una certificación de cumplimiento del Reglamento del Servicio, supervisado por la Agencia Española de Protección de Datos. Pero esa es otra historia.
Apuntarse a la Lista Robinson
Registrarte o darse de alta en la Lista Robinson es un proceso bastante sencillo. Todo lo que tenemos que hacer es acceder a su web oficial (listarobinson.es) y en la misma pantalla de inicio, pulsar en el botón de «Apúntate en la lista». Estos son los pasos a seguir:
Tras pulsar el botón, aparecerán en pantalla dos opciones: apuntar nuestro propio número o el de otra persona. Si elegimos la opción «Apuntarme a mí mismo», saltaremos a una nueva pantalla con un formulario de datos que debemos rellenar:
- DNI, NIF o NIE
- Nombre y apellidos.
- Fecha de nacimiento.
- E-mail.
- Contraseña.
Tras rellenar todos estos campos más el de la pregunta de seguridad, marcamos la casilla de aceptación de los términos de uso y pulsamos el botón «Apuntarse» que se muestra al final. Una vez completado este proceso, recibiremos un correo electrónico para activar nuestra cuenta. Eso es todo. A partir de ese momento, ya figuraremos en la Lista Robinson y estaremos a salvo del incordio de la publicidad no deseada.*
Para afinar todavía más el servicio de la Lista Robinson, podemos configurar las opciones dentro de nuestro propio perfil de usuario: añadir un nuevo número o dirección de correo electrónico, incluir o no los SMS publicitarios, especificar los sectores comerciales de los que no deseamos recibir publicidad, etc.
(*) Aunque la inscripción efectiva es casi inmediata, en algunos casos puede tardar hasta dos meses. Por ejemplo, cuando nuestros datos están siendo utilizados en alguna campaña comercial en curso.
¿Es realmente efectiva la Lista Robinson?
En principio, todas las empresas tienen la obligación legal de consultar la Lista Robinson ates de iniciar cualquier campaña o acción publicitaria. Si el receptor figura en dicha lista y no ha dado su consentimiento expreso para recibir publicidad personalizada de parte de dicha empresa, esta no podrá realizar el envío publicitario.
Sin embargo, son muchos los casos en los que, incluso habiéndose inscrito en la lista, los usuarios sigue recibiendo publicidad. ¿Cómo es posible que esto suceda? ¿Significa acaso que el registro no funciona correctamente o no sirve para nada?
Cuando sucede esto, la explicación es clara: ha sido la empresa la que ha cometido el error, saltándose el paso de consultar la Lista Robinson antes de proceder al envío de publicidad. De este modo, si estamos apuntados a la lista y constatamos que seguimos recibiendo mensajes publicitarios de empresas no autorizadas, tenemos la posibilidad de denunciarlas.
No todo el mundo se toma la molestia de hacer esto, simplemente consideran que no merece la pena perder tiempo y energías en denunciar (o que no va a servir de nada), pero lo cierto es que ya ha habido muchos casos en los que los anunciantes que ignoran la Lista Robinson se han visto obligados a pagar cuantiosas multas. Algunas empresas como por ejemplo Vodafone lo saben bien.