La voracidad de la Agencia Tributaria no tiene límites. Ahora, ha puesto en su punto de mira las plataformas digitales de compraventa de artículos de segunda mano, como por ejemplo Wallapop, Vinted o eBay. Al parecer, cada vez son más las personas que las usan para comprar y vender, por eso las autoridades fiscales en España han decidido aplicar la Directiva Europea DAC7 a partir del año que viene. ¿Significa eso que tengo que declarar las ventas de Wallapop?
Hace unos seis años, el Ministerio de Hacienda ya valoró la posibilidad de que esta modalidad de comercio online de artículos usados tributara a través del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, pero la idea quedó solo en un intento. Ahora, con el respaldo legal de la UE, parece que la regulación sí será posible.
El hecho es que, a partir del 1 de enero de 2024, todas estas plataformas van a estar obligadas a recopilar datos económicos de todas las transacciones y ponerlos a disposición de la Agencia Tributaria a través de una declaración completa. La primera declaración, referida al ejercicio fiscal de 2023, se deberá presentar el 31 de enero de 2024. Ya mismo.
Como era de esperar, la noticia ha causado un gran revuelo y llenado de dudas a quienes usan W00allapop y otras aplicaciones similares para vender o comprar productos. ¿Quién está obligado a declarar las transacciones? ¿Qué tipo de productos y servicios entran dentro de la nueva norma? ¿Tengo que declarar todas mis ventas en Wallapop o solo algunas? En caso de tener que declarar, ¿cómo hay que hacerlo? Y si no lo hacemos, ¿a qué riesgos nos exponemos? Intentaremos arrojar un poco de luz sobre este asunto.
Lo que dice la ley
La aplicación de la Directiva Europea DAC7 (su nombre oficial es Directiva (UE) 2021/514 del Consejo de 22 de marzo de 2021) por parte de las autoridades fiscales en España implica que los vendedores van a estar obligados a proporcionar sus datos personales si se encuentran al menos dentro de uno de los siguientes supuestos:
- Si han completado 30 ventas o más en un solo año, sea cual sea el importe total de las mismas.
- Si mediante las ventas de productos han generado más de 2.000 euros en un año, independientemente del número de transacciones.
Esto significa que una persona que haya vendido por Wallapop más de 30 productos (aunque son ellos solo haya ganado, por ejemplo, 200 euros en total), estará obligado a declarar estas ganancias. Lo mismo en el caso opuesto: un usuario que haya realizado una única venta durante el ejercicio fiscal, si el importe ha sido superior a 2.000 euros. Se trata de márgenes bastante estrechos que precisamente buscan que sean pocos los vendedores que puedan escapar de sus redes.
Quienes se encuentren en alguno de los dos supuestos mencionados, serán avisados por la plataforma a través de una notificación: un correo electrónico en el que se solicitarán sus datos personales para ser remitidos después a la Agencia Tributaria.
¿Cuáles son los datos que recibe la Agencia Tributaria?
Obligados por las nuevas circunstancias, las plataformas de compraventa online como Wallapop y otras, ya han actualizado sus términos y condiciones a fin de cumplir con los nuevos requisitos fiscales y no ser sancionados por no colaborar con la autoridad. Los datos de sus usuarios que están obligados a facilitar son los siguientes:
- Número de cuenta o de tarjeta vinculada a la cuenta, con el nombre del titular.
- Total de ventas realizadas en cada trimestre.
- Total de dinero obtenido mediante ventas en cada trimestre.
- Cualquier otra tasa, impuesto o comisión retenida o cobrada.
¿Nos podemos negar a facilitar nuestros datos personales? Si lo hacemos, nos arriesgamos a que Wallapop suspenda nuestra cuenta de usuario. Aparte de esto, Hacienda puede considerar que cierto volumen de ventas al año es el reflejo del desarrollo de una actividad económica que debe estar regulada. En esos casos, el vendedor estará obligado a darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y a cumplir con el correspondiente pago de impuestos.
El futuro incierto de Wallapop y otras plataformas
Si bien es cierto que en plataformas como Wallapop la mayor parte de los usuarios compran o venden de manera esporádica, sin que existe una verdadera actividad comercial detrás, la noticia no ha sido acogida con mucho entusiasmo.
Es lógico que sea así. Cuanto mayor sea el control fiscal sobre estas actividades, mayor será a desconfianza de los usuarios. Wallapop, Ebay y el resto de plataformas temen que se produzca una «espantada» de usuarios. Ya se contempla como un hecho inevitable que se cierren cuentas y que la actividad en general sufra una importante bajada. Las consecuencias económicas para Wallapop, por citar el ejemplo más claro, pueden ser devastadoras.
Las autoridades sostienen que estas medidas se implementan en pro de una causa loable. Dicen que pretenden luchar contra la evasión fiscal y, de paso, establecer una regulación efectiva sobre las actividades comerciales en línea. Sin embargo, a nadie se le escapa que todo lo que hay tras esto es el afán recaudatorio, sin más.
De momento, tendremos que empezar a hacernos a la idea de que nadie va a escaparse de la obligación de declarar las ventas de Wallapop si usamos la plataforma con cierta regularidad.