Hacía muchos años que Google estaba detrás de la idea de implementar un sistema de pagos que se convirtiera en la favorita de sus usuarios, tratando de desbancar así a toda la competencia. Lo había intentado varias veces, pero sus proyectos (Google Wallet, Android Pay) terminaron inevitablemente en sonoros fracasos. Pero por fin dio la tecla acertada, o eso parece, presentando en sociedad el método de pago Google Pay.
Lo cierto es que todo este trabajo no ha sido en vano. Google aprendió de sus errores y utilizó estas experiencias fallidas para pulir una idea que cristalizó en el año 2018 y que en la actualidad es ya una de las plataformas de pago más usadas, especialmente por los usuarios de Android.
A pesar de esto, todavía hay mucha gente que tiene dudas y no se ha atrevido a probar Google Pay. El principal freno es la falta de información, que suele generar desconfianza. Así que a finalidad de esta entrada es explicar el origen, el funcionamiento y todos los detalles importantes de este sistema, para despejar dudas y, tal vez, animar a los lectores a darle una oportunidad.
Qué es Google Pay
La definición corta de Google Pay es la de servicio de pagos móviles, sin más. Pero la realidad es bien distinta. Se trata de una plataforma que, además de permitiros realizar pagos a través de nuestro teléfono móvil, desde nuestro smartwatch o desde cualquier otro dispositivo Android, nos ofrece también numerosas y variadas funciones. Algunas de ellas realmente interesantes.
Entre ellas vale la pena mencionar alguna como la posibilidad de añadir tarjetas de embarque de vuelos, enviar dinero a amigos y familiares, adquirir entradas a eventos, etc.
Pero, siendo realistas, el principal uso de Google Pay, el que realmente ha atrapado la atención de los usuarios de Android, es el de pagar el cualquier comercio a través del teléfono móvil. Eso es posible gracias a la tecnología contactless que funciona mediante el chip NFC instalado en los dispositivos en los que se ejecuta.
Una de las fortalezas de Google Pay es que ha pasado a ser la pasarela de pagos por defecto implementada en otros servicios de la compañía. Por ejemplo, se usa para realizar pagos y compras en Google Play, pero también en diversas aplicaciones y tiendas online externas a Google.
El otro gran punto a favor es la seguridad: nuestros datos bancarios están totalmente a salvo durante todo el proceso de transacción. Para ello, Google Pay utiliza un sistema de números de cuenta virtuales. Este «truco» consiste en la creación de cuentas bancarias temporales que Google utiliza para mantener a salvo la privacidad y la información sensible del pagador a la hora de ejecutar las operaciones de pago.
Cómo configurar Google Pay
El proceso de configuración de Google Pay en nuestro teléfono móvil es muy rápido y sencillo. Hay diferentes maneras de hacerlo, dependiendo de cuál sea el modo en el que vamos a utilizar la plataforma. Veamos los dos modos básicos de configuración:
En el móvil o tablet
Si disponemos de una tablet o un teléfono móvil Android con NFC, podremos utilizar Google Pay para nuestros pagos en tiendas físicas. Eso sí, antes será necesario almacenar en el dispositivo la información de nuestras tarjetas de fidelidad y documentación compatible con la aplicación. Los pasos para ejecutar la configuración son los siguientes:
- Primero hay que descargar la aplicación gratuita de Google Pay desde la Google Play Store.
- Al abrir la app, en la página principal vamos a la pestaña «Pago», que se encuentra en la barra de herramientas.
- A continuación, pulsamos sobre el botón azul de «Método de pago».
- Finalmente, apuntamos con la cámara del móvil a la tarjeta de crédito o débito para introducir los datos. También se puede añadir de forma manual.
En el ordenador
En el caso de que nuestro móvil no tenga NFC, o bien no estamos seguros de que vayamos a usar la app en él, existe la opción de configurar Google Pay desde el navegador en un ordenador. Esto puede ser muy práctico a la hora de realizar compras en sitios web que acepten la plataforma de Google como método de pago. Los pasos para conseguirlo son muy parecidos a los explicados en el apartado anterior:
- Para empezar, abrimos la página web de Google Pay e iniciamos sesión con nuestra cuenta de Google.
- Luego vamos a la barra de herramientas lateral y seleccionamos «Métodos de pago».
- Para acabar, pulsamos sobre «Añadir método de pago», donde introducimos la información de la tarjeta de crédito o débito, lo que corresponda.
Tanto en un caso como en otro, Google Pay tendrá que verificar la tarjeta de crédito. El sistema más utilizado por casi todas las entidades bancarias consiste en enviar un mensaje de texto al número de teléfono asociado a la cuenta bancaria (o un correo electrónico en el caso de usar el ordenador), con un código de confirmación para introducir en la app de Google Pay.
Cómo usar Google Pay
Una vez que se ha completado correctamente la configuración, ya podemos usar Google Pay para realizar nuestras compras en todas las tiendas que acepten los pagos sin contacto (NFC). Y también en las tiendas online.
El modo de proceder es increíblemente rápido y sencillo: todo lo que hay que hacer es mantener el teléfono cerca del terminal de pago para que este se realice instantáneamente. A veces, el terminal de pago nos solicita que pasemos el teléfono una segunda vez porque en la primera no se ha podido leer la pantalla de manera correcta, ya sea porque lo hemos apartado demasiado pronto o bien porque no lo hemos acercado suficientemente. También es importante saber que, en caso de proteger nuestro teléfono móvil con una funda o carcasa, probablemente tendremos que quitarla en el momento de pagar.
La lista de comercios físicos que admiten pagos a través de este método es larguísima. Entre los más populares podemos destacar El Corte Inglés, Fnac, Hipercor, H&M, Lidl, MediaMarkt, Repsol, Starbucks o Zara, por ejemplo. Y si hablamos de comercios online, se puede citar a empresas como AirBNB, Deliveroo, Ticketmaster, Uber o Vueling, entre muchas otras.