La pantalla completa es un recurso muy práctico cando estamos trabajando con un ordenador Windows. De hecho, en algunas ocasiones, cuando hablamos de ciertas aplicaciones o bien a la hora de jugar, más que una ventaja es una necesidad. En este post vamos a ver cómo poner un juego en pantalla completa (full screen), una acción que nos va a permitir disfrutar mucho más de nuestros momentos de ocio en nuestro PC.
Obviamente, no se trata de una cuestión de vida o muerte: se puede jugar perfectamente a casi cualquier juego de ordenador en modo ventana, pero desaprovechando el espacio completo que nos brinda el monitor, siempre va a resultar menos inmersivo y excitante. ¿Por qué renunciar a eso?
Hay que decir que existen aplicaciones desarrolladas exclusivamente para ser visualizadas en modo ventana. En estos casos no queda más remedio que resignarse y olvidarse de las ventajas de la pantalla completa. Intentar visualizarlo de otro modo sería un verdadero suplicio, pues afectaría a la fluidez y a su calidad de imagen. Sin embargo, esto no es habitual en los juegos actuales. Veamos entonces con qué opciones contamos para disfrutar de un juego o de cualquier otro contenido en modo pantalla completa.
Modo «ventana sin bordes»
Antes de lanzarnos a explicar como acceder a un juego en pantalla completa en nuestro ordenador, vale la pena explorar esta otra posibilidad: el modo «ventana sin bordes».
Se podría decir que este es un modo a medio camino entre el modo ventana y el modo de pantalla completa. Con él, parecerá que el juego o la aplicación que estemos ejecutando está en pantalla completa, ya que este va a cubrir toda la pantalla, pero en realidad lo que vemos es una ventana a la que se le han eliminado los bordes.
Lo que conseguimos a través del modo sin bordes es una «ilusión» del modo de pantalla completa, no una pantalla completa real. Además, nos permite cambiar rápidamente a otros programas. Sin duda, esta es la mejor alternativa al modo de pantalla completa, especialmente si estamos utilizando más de un monitor. A destacar también que el modo sin bordes nos permite mover el ratón sin problemas de un monitor a otro.
Diferencias entre el modo sin bordes y el modo pantalla completa
Es cierto que el modo sin bordes se parece mucho al modo de pantalla completa. A simple vista, no se pueden apreciar grandes diferencias visuales, aunque desde luego las hay. Se pueden resumir en lo siguiente:
- En el modo «pantalla sin bordes» el sistema operativo (en este caso Windows) sigue dedicando recursos a todos los procesos en segundo plano. Esto afecta al rendimiento del ordenador, que puede reflejarse en ciertos retrasos a la hora de ejecutar una aplicación o falta de fluidez y velocidad cuando estamos jugando.
- En cambio, en el modo «pantalla completa» la gráfica toma el control absoluto de la pantalla, con lo cual vamos a poder controlar mejor la resolución, el brillo, el contraste e incluso los FPS del juego. En lo único en lo que el modo «pantalla sin bordes» se muestra superior es en el momento de cambiar entre aplicaciones mientras estemos jugando, puesto que el equipo está destinando todos los recursos a ejecutar el juego.
Jugar en pantalla completa
Centrándonos ya en el objeto de este artículo, vamos a responder a la pregunta de «cómo poner un juego en pantalla completa» en nuestro ordenador. Existen varios métodos para hacerlo, como mostramos a continuación:
Usar un atajo de teclado
Es el método más sencillo y más directo. Una vez que abrimos el juego, solamente tenemos que usar la combinación de teclas Alt + Enter. El mismo atajo de teclado es el que vamos a tener que usar para pasar de modo pantalla completa a modo normal.
Este truco va a funcionar con la gran mayoría de juegos que se pueden ejecutar en Windows, pero en ciertos casos no tendremos más remedio que buscar otra manera de hacerlo. Como explicamos a continuación, algunas veces hay que configurar esta opción de teclado dentro del menú de configuración del juego.
Cambiar la configuración del juego
Casi todos los juegos, al menos los más modernos, disponen de un modo interno para poder editar su configuración a través de un menú. En muchos casos en él vamos a encontrar una opción de pantalla completa, que se puede activar después de iniciar el juego.
Para salir de este modo pantalla completa, es suficiente pulsar la tecla Esc del teclado. Así es en casi todos los casos, si bien en algunos juegos habrá que volver al menú de configuración y seleccionar otro método de visualización.
Usar el modo «ventana completa»
Este método no tiene secretos: es tan sencillo como maximizar la pantalla del juego mediante el conocido icono que se encuentra en su esquina superior derecha, justo a la izquierda de la pestaña de cerrar. Otro modo de hacerlo es a través de la combinación de teclas Windows + Espacio.
En caso de estar jugando a través del navegador, un recurso similar es el de pulsar la tecla F11 para acceder al modo de visualización en pantalla completa.
Hay que avisar que este método en realidad es otra forma de acceder a modo «pantalla sin bordes», con las ventajas y desventajas que, como hemos visto, esto conlleva.
Configuración de la escala de pantalla en Windows 10
¿Y si después de haber intentado estos tres métodos seguimos sin poder acceder a modo pantalla completa? En ese caso, es muy posible que nuestro ordenador no tenga configurada correctamente la escala del monitor. Para arreglar este problema esto es lo que tenemos que hacer:
- Primero usaremos la combinación de teclas Windows + I., que inicia el menú de configuración.
- Después vamos a la sección «Sistema» y en ella buscamos el apartado «Pantalla».
- En el siguiente menú, vamos a la sección «Escala y distribución» en la que seleccionamos la opción 100% (que es la recomendada).
Una vez realizadas estas correcciones, ya podemos volver a probar los métodos anteriores para poner la pantalla completa cuando vayamos a jugar y disfrutar al máximo de cada juego.