Es cierto que los smartphones son cada vez más resistentes a los golpes, al polvo o al agua. Sin embargo, no son indestructibles y hay que cuidarlos para evitar disgustos. Uno de los accidentes más temidos es que se nos caiga el teléfono al agua, una situación nada deseable, sin duda. Sin embargo, hay modos de «salvar» un móvil mojado de batería no extraíble.
Obviamente, lo idóneo es no tener que afrontar nunca este tipo de problemas: más vale prevenir que lamentar. Pero no siempre podemos evitar cosas como que se derrame un vaso de agua sobre el móvil o que se nos moje en la playa o la piscina. ¿Hay algún modo de recuperarlo o hay que resignarse simplemente a perder nuestro teléfono para siempre?
Hay innumerables páginas de internet con toda clase de consejos y remedios para estos casos, pero hay que ir con cuidado, pues no todos funcionan. Es más, muchos de ellos son simplemente mitos sin ninguna base real. En este artículo nos vamos a centrar en los que sí nos van a ayudar.
¿Estoy cubierto por la garantía del teléfono?
Respuesta rápida: No. Cuando ha entrado agua en nuestro teléfono móvil y este ha dejado de funcionar o no funciona correctamente, lo primero que nos viene a la cabeza es comprobar si la garantía (en caso de tenerla) nos cubre la reparación o sustitución.
No vale la pena perder tiempo en esto, pues ninguna garantía cubre los daños por agua. Ni siquiera en los modelos de móviles supuestamente resistentes. En este punto, solamente nos quedan dos opciones: Comprar un móvil nuevo o gastar dinero en una reparación.
Se puede intentar ocultar que el móvil ha dejado de funcionar por culpa del agua para que la garantía actúe como si de otro tipo de avería se tratara. Este truco no sirve, ya que casi todos los dispositivos disponen de un mecanismo de aviso, una pegatina especial que cambia de color cuando entra en contacto con el agua. Eso supone la anulación automática de la garantía.
Es en momentos como esos cuando uno se suele lamentar de no haber contratado un seguro para el teléfono el día que lo compró. Pero ya es tarde.
Cuándo vale la pena intentar salvar el móvil
Con toda sinceridad, no siempre es posible móvil con batería no extraíble mojado. Ni siquiera los dispositivos que se venden con la etiqueta de «sumergible» o «resistente a agua» ofrecen un grado total de estanqueidad, pues con el tiempo su sellado se deteriora. Por eso no vale la pena arriesgarse y mantener nuestros móviles siempre alejados del agua.
El agua es un enemigo natural de cualquier sistema eléctrico. Solamente podremos salvar nuestro móvil si la filtración de agua ha sido mínima y no se ha llegado a producir ningún cortocircuito. De lo contrario, tendrá lugar un proceso de corrosión interna ante el cual poca cosa se puede hacer.
Un factor a tener en cuenta es qué tipo de agua ha penetrado en el dispositivo: el agua de mar es infinitamente más dañina que el agua dulce. En todo caso, para minimizar el impacto de la corrosión, es importante apagar inmediatamente el móvil una vez que ha entrado en contacto con el agua.
Soluciones caseras
Existen algunos métodos que pueden servirnos de ayuda para arreglar un móvil con batería no extraíble mojado. Puede que no todas funcionen siempre, dependerá del alcance de los daños producidos por el agua y de las características del modelo. En todo caso, vale la pena probarlas antes que rendirse e ir a la tienda a comprar un teléfono nuevo.
El truco del arroz
Por asombroso que parezca, este truco ha demostrado ser realmente útil, siempre y cuando la cantidad de agua que ha entrado en el teléfono haya sido mínima. Es decir, que el proceso de corrosión no haya avanzado demasiado (en este aspecto es también importante actuar rápido para «secar» el móvil).
Al sumergir el móvil dentro de un recipiente lleno de arroz, lo que conseguimos es que este absorba la humedad. Será más efectivo si desmontamos antes la carcasa. Hay que ser paciente: enterrar el móvil en arroz y dejarlo allí uno o dos días. Si la cantidad de agua que ha entrado no es excesiva, el teléfono tiene muchas posibilidades de sobrevivir.
Para este método, otras alternativas igualmente válidas al arroz son la avena, el sílice o la arena para gatos.
Baño de alcohol
Es un sistema que puede resultar chocante, pero que también resulta efectivo en muchos casos. Siempre que el móvil esté apagado, el alcohol va a resultar absolutamente inocuo para nuestros teléfonos móviles una vez que se evapore. Lo interesante es que, antes de hacerlo, arrastrará el agua con él.
El método consiste en sumergir el móvil en alcohol y esperar unos minutos. Después hay que dejarlo secar completamente: cuando el olor a alcohol haya desaparecido, sabremos que se ha secado por completo.
Para que la idea funcione hay que usar alcohol puro, de 70º o más, que podemos encontrar en el botiquín de casa. Eso sí, es un sistema que tiene sus riesgos, pues en ocasiones el alcohol puede dañar la batería del teléfono. Así que es mejor solo recurrir a él cuando ya hay poco que perder.
Un último recurso
Si los métodos anteriores no han funcionado, siempre podemos probar un último truco: meter el móvil en una bolsa hermética con unas cuantas bolitas anti-humedad, esas que van incluidas en algunas prendas de ropa nuevas. No siempre funciona, pero es un método menos agresivo que el del alcohol.
Lo que no hay que hacer
Por último, tan importante como saber lo que hay que hacer es saber lo que no se debe hacer. Mucha gente piensa erróneamente que para «secar» el móvil hay que aplicar calor al teléfono: usar un secador de mano, colocarlo junto a la estufa o el calefactor, o incluso meterlo en el horno… Nada de eso es una buena idea, ya que el calor va a dañar los componentes metálicos y de plástico del teléfono, inutilizando la mayoría de sus componentes.